¿Cuál es el enfoque de fortalezas en la práctica generalista?

Los profesionales generalistas de trabajo social que utilizan la perspectiva de fortalezas suelen trabajar con poblaciones diversas a menudo consideradas impotentes, como las personas con enfermedades mentales crónicas, ancianos, familias sin hogar, y personas con discapacidad en su desarrollo. También se puede utilizar en las intervenciones de servicios de protección infantil. El enfoque de fortalezas está en marcado contraste con el modelo médico tradicional de la práctica del trabajo social.

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Modelo médico vs. enfoque de fortalezas

El enfoque basado en las fortalezas para profesionales generalistas del trabajo social cambia el enfoque filosófico de un modelo médico a uno que se centra en el empoderamiento y la colaboración. Mientras que el modelo médico de la práctica del trabajo social en general se dirige al cliente como el problema y se centra en la patología anormal o condiciones, la perspectiva de las fortalezas se centra en las fortalezas y habilidades de cliente. Este enfoque desmitifica el papel profesional y desvía la atención de los "expertos" (trabajador social). En lugar de ver al cliente como indefenso o impotente, el enfoque de fortalezas da más poder al individuo.

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Principios

Varios principios guían al profesional generalista, todos ellos hacen hincapié en la importancia del cliente. El principio de "pertenencia", por ejemplo, reconoce que cada cliente tiene derecho a la dignidad, al respeto y a la responsabilidad. El empoderamiento es uno de los principios fundamentales del enfoque de fortalezas, en donde los trabajadores sociales ayudan a los clientes a descubrir los recursos y herramientas comunitarias. Los principios de "resistencia" y "curación" reconocen la capacidad del cliente para crecer, superar la adversidad y la auto-regeneración. Otros principios incluyen la colaboración, el diálogo y la aceptación del cliente de sus propios problemas.

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Objetivos y resultados

El objetivo final del enfoque de fortalezas en la práctica generalista es el empoderamiento, ayudando a los clientes a localizar ayuda y utilizar los recursos en la comunidad. Los profesionales del trabajo social que se centran en el empoderamiento pueden ver mejoras en el funcionamiento psicológico y emocional de los clientes. Por ejemplo, el cliente puede asumir una mayor responsabilidad personal para el cambio y reducir el sentimiento de culpa. Otros resultados de este enfoque incluyen un aumento de la autoeficacia y el desarrollo de la conciencia de grupo.

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Fortalezas del cliente

Cada cliente tiene su propio conjunto de fortalezas que el médico generalista puede ayudar a identificar. Estas fortalezas personales por lo general se pueden definir como cualquier característica o conocimiento que te haya ayudado a lidiar con algún desafío de la vida. Por ejemplo, la comprensión interna que una persona tiene de sí misma es considerada como una fortaleza. Las cualidades y rasgos personales, como el humor, el cuidado, la espiritualidad, la creatividad, la inteligencia y la independencia, son también puntos fuertes. Otras fuentes de fortalezas incluyen los talentos e historias culturales personales de las que el cliente extrae una fuente de fortaleza, sabiduría, estabilidad y confort.

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Rol del trabajador social

Dentro de la intervención basada en las fortalezas, el trabajador social tiene ciertas responsabilidades que ayudan al cliente. Por ejemplo, el médico puede desarrollar e implementar planes de acción, fomentar la participación del cliente en la búsqueda de recursos y mantener la motivación del cliente mediante la validación de las opiniones del cliente y expresando optimismo. El practicante impulsa al cliente ayudándolo a reconocer opciones, localizar recursos de la comunidad y reconociendo las fortalezas del cliente. El trabajador social también ofrece información sobre los cambios que el cliente realiza, educa al cliente y lo ayuda a ampliar su red de recursos.

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