Cómo escribir una conclusión para una propuesta

Una propuesta de negocios contiene una serie de elementos, incluyendo una introducción, datos de mercadotecnia, previsiones y una conclusión. Aunque los otros elementos son importantes, una conclusión bien escrita sirve para unir todos los rasgos de la propuesta y puede ser el elemento que defina el cierre de un trato. La conclusión debe abordar cualquier preocupación que puedan tener los posibles inversores, así como resumir la propuesta completa en unos pocos párrafos. El tono de la conclusión debe ser positivo y realista para convencer a los inversores de que vale la pena aceptar la propuesta.

Haz una lista de los puntos clave en tu propuesta. La conclusión debe ser siempre la última cosa que escribes y debe centrarse en los elementos clave que forman parte del documento. Ponte en los zapatos de tu inversor. Incluye puntos que serán de interés para él, como los planes de mercadotecnia, el éxito demostrado en el pasado, y una dirección clara hacia el éxito futuro.

Escribe una lista de las posibles preguntas que los inversores puedan tener después de leer tu propuesta. Puedes pedir la ayuda de otros, pidiéndoles que lean tu propuesta y te digan las preguntas que tengan. A menudo, el autor de una propuesta de negocios está muy cerca de la información, y tal vez pase por alto algo que otros pondrán notar.

Comienza el primer borrador de tu conclusión. Idealmente, esta no debería tener más de una página de longitud o entre 350 a 500 palabras aproximadamente. Incluye una progresión lógica que resuma tu plan, así como tu visión para el futuro. Como se mencionó anteriormente, el tono debe ser positivo, pero también realista. Evita hacer promesas o declaraciones que no se puedan respaldar.

Edita el primer borrador. Quita todo aquello que no sea relevante para la propuesta. Es importante que no tengas que esforzarte demasiado para convencer a los inversores de que tu plan es digno de su tiempo y dinero. Más bien, el plan debe hablar por sí mismo. Un plan de negocios bien escrito y sólido supera a uno que requiera de esfuerzo para ser bien considerado o que no pueda respaldar sus proyecciones.

Finaliza la conclusión. Haz los cambios necesarios, vuelve a leerla una vez más y agrégala a tu propuesta de negocios. Una vez más, puedes pedirle a un amigo o compañero de trabajo que la lea para revisar si tiene incoherencias u otros problemas.

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