Cómo renunciar a un trabajo en el cual acabas de comenzar

A pesar de que la mayoría de las personas comienzan las negociaciones de un nuevo trabajo con la intención de mantener el puesto para un largo período, a veces ocurre que debes renunciar de un trabajo que acabas de empezar. A veces se presentan mejores oportunidades poco después de que te contratan, por motivos personales, o simplemente el trabajo no era lo que esperabas. Las buenas noticias son que normalmente no necesitas permanecer en un puesto no deseado y es a menudo más fácil renunciar de un trabajo en el que acabas de empezar que de uno en el que llevas tiempo.

Escribe una carta de renuncia educada y detallada. A veces no se requiere, pero siempre es una buena idea tener una carta de renuncia formal antes de terminar tu empleo con una compañía. Escribir tus razones puede ser un documento formal para la empresa y darte la oportunidad de exponer esas razones para dejar el trabajo sin que te interrumpan u olvidar detalles. De forma educada, subraya los motivos de tu abandono para abandonar tu puesto.

Pide una reunión privada con tu supervisor inmediato. Es poco profesional y negativo anunciar tu renuncia en medio de la oficina o en cualquier otro lugar del trabajo. Sin entrar en detalles explícitos, pídele a tu superior que programe una corta reunión para discutir tu problema. Explícale que es un tema urgente - para evitar prolongar el período de espera - y continua realizando tus tareas hasta que llegue el momento de la reunión.

Preséntale a tu jefe tu carta de renuncia y discute la situación. En el momento de tu reunión privada con tu supervisor, puedes explicarle la situación y darle tu carta oficial de renuncia. Prepárate para responer preguntas en relación a tu problema y en algunos casos (cuando seas de gran valor para la empresa) considera una contra oferta.

Ofrece dar un tiempo de dos semanas. Para mantener tu profesionalismo y no causar inconveniente en la productividad, ofrécete a permanecer no más de dos semanas (una política de renuncia estándar) para permitir a la compañía que se prepare para tu ausencia o para cubrir tu puesto. Si no puedes ofrecerle más servicios (quizás porque tengas un nuevo trabajo) a menos que por contrato tengas un tiempo específico, puedes irte de la empresa en ese momento. En ese caso, discúlpate por cualquier inconveniente y agradece a tu supervisor la oportunidad de haber trabajado en la empresa.

Deja todo en orden para el pago final. Una vez que has terminado todas las discusiones y negociaciones y tienes tu renuncia documentada, pregunta sobre las compensaciones finales que te sean aplicables. En función de tu calendario de pagos, tendrás aún un pago por venir y quizás un paquete de beneficios que necesiten ser transferidos o ajustados. Si te es posible consigue todas las negociaciones de tu marcha por escrito antes de tu último día de trabajo.

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