Cómo comercializar productos alimenticios caseros

Los consumidores de hoy buscan productos que sean no sólo un buen negocio, sino que también prometan sabor, ingredientes naturales y atractivos locales. Maximizar cada aspecto de un alimento casero te lleva por el largo camino hacia el éxito comercial, así como también crea una marca de identidad que lo diferenciará en un mercado saturado.

Describe la audiencia a la que se dirige tu producto. Anota cualquier nicho del mercado que pueda encontrar atrayente este producto. Lista las razones por las que la gente gustaría de este producto en particular hecho en tu hogar en pocas cantidades en vez de uno parecido que ha sido producido en masa. Los atractivos especiales pueden ser el precio, ser un producto natural, el sabor o la ausencia de alérgenos.

Identifica los atractivos más generales que pueden ser descritos en una campaña de mercadeo. Enfatiza que este producto es casero. Revisa la lista de ingredientes buscando los que sean particularmente atractivos en el mercado actual, como granos integrales e ingredientes orgánicos. Describe cualquier ingrediente desagradable que no esté en el producto, como por ejemplo, sin grasas trans, jarabe de maíz de alta fructosa, saborizantes artificiales o conservantes. Destaca cualquier elemento difícil de obtener.

Añade otros atractivos a tu producto cuando puedas. Enfatiza que es local cuando te dirijas a los clientes locales. Vende en los mercados de granjeros, ferias y exhibiciones. Promociona tu producto en los restaurantes locales y cafeterías. Destaca la contribución de los granjeros y lecheros locales en tus ingredientes.

Desarrolla una presentación y envase para tu producto que enfatice su carácter regional y casero. Esto incluye el nombre y el logo que aparecerá en los envoltorios, así como en cualquier material de publicidad, sitios web, anuncios y promociones. Elige un nombre que sea conciso y rápidamente identificable como producto casero. Asegúrate que la representación visual de tu producto complementa la "voz" del producto que has creado y lo describe como un producto casero recién salido de la cocina.

Aumenta el potencial del envase de tus productos para remarcar sus aspectos caseros. Un aspecto de "bolsa de almuerzo" es una manera de hacerlo. Los envoltorios hechos de un 100% de materiales reciclables crean una experiencia casera y natural. Otra manera de crear esta sensación hogareña es envolver el producto en papel encerado o de congelador y colocarlos en sencillas cajas de cartón con tu logo estampado.

Crea un sitio web para tu producto, y dedica una página a su "biografía", desde la primera vez que lo hiciste en tu cocina, lo compartiste con tus amigos, hasta que comenzaste a venderlo. Haz otras páginas para describir el producto en detalle y para mostrar recomendaciones de tus clientes y de otros comerciantes con los que trabajas para vender tu producto. Crea una página para que los clientes puedan hacer preguntas. Añade enlaces a las tiendas que venden tus productos, a las empresas donde compras tus materiales y a las que te ayudan con los envases y servicios web.

Crea un blog que continúe con la historia personalizada de este producto casero y de ti como su productor. Muestra tu cocina y las áreas cerca de tu casa, así como fotografías y relatos de tu familia y empleados que te ayudan. Redacta entradas para anunciar que una nueva tienda está vendiendo tu producto, cuando hagas mejoras o innovaciones al producto o al envase o distribución. Postea sobre los eventos especiales de promoción. Destaca experiencias y cartas positivas de tus clientes.

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