Diferencia entre fianza asegurada y fianza sin garantía

De acuerdo con el código civil y sus disposiciones legales, si te arrestan por algún delito pueden tenerte en la cárcel mientras esperas tu juicio. Afortunadamente, aunque no es la situación ideal, en la mayoría de los casos no tendrás que permanecer tras las rejas hasta ese momento, ya que puedes pagar una fianza y cubrir un monto para que te liberen. La cantidad de la fianza sirve como garantía de cumplimiento de una obligación. Es decir, que, como afianzado, te presentarás ante la corte en la fecha del juicio y no escaparás. Si te presentas, te devolverán el dinero; pero si no lo haces, lo perderás.

¿Cómo funciona una fianza?

Después de arrestarte y ser acusado, un juez fijará la fianza en relación con tu caso. Si puedes cubrirla por tu cuenta, podrás salir libre y presentarte ante la corte en la fecha de tu juicio sin problema. Sin embargo, si no tienes dinero para pagarla, necesitarás asegurarla. Eso significa que tendrás que ponerte en contacto con un fiador o empresa aseguradora y pagar una cuota de aproximadamente el 10 por ciento del costo de la fianza, por adelantado, para que te liberen. Esta cuota se conoce como prima.

En ese momento, el fiador pagará tu fianza y quedarás libre hasta que te presentes a juicio. Considera que esa prima que pagaste al fiador por tu fianza no te será devuelta, aunque asistas a todas las audiencias que te indique la corte. Hay dos tipos de fianza: garantizada (o también conocida como asegurada) y no garantizada (o también conocida como de firma).

Fianzas garantizadas

En esencia, una fianza judicial es un préstamo o tipo de seguro que te permite salir de la cárcel; pero en el caso de las fianzas de garantía, la entidad de préstamo que te otorgará la fianza si quiere asegurarse de que se le dará fiel cumplimiento al proceso y recibirá su dinero de vuelta, por lo que te exigirá, por caución, respaldarla con algún bien inmueble. Esto se conoce como fianza asegurada. Como deudor principal, si no te presentas en la corte, perderás cualquier bien que hayas usado para garantizarla.

Por ejemplo, el fiador puede pedirte el título de tu coche como garantía. Si te presentas al juicio, conservarás tu auto, pero se quedará con el título de tu coche en caso de incumplimiento, es decir, que no te hayas presentado. Otros bienes que pueden actuar como garantía son tu casa, una joya valiosa, o incluso las acciones de una compañía; pero, si no cumples con tu obligación principal de comparecer ante la corte, perderás cualquiera de ellos.

Fianzas sin garantía

Las condiciones generales de una fianza sin garantía es que es un contrato de fianza que no cuenta con ningún bien que le respalde el cumplimiento de la obligación. A veces se le llama fianza de firma, porque para el cumplimiento de contrato la única garantía que tiene o con la que cuenta el fiador o la compañía aseguradora es tu buena reputación y tu promesa de comparecer ante la corte.

Las fianzas sin garantía representan mayor riesgo para la compañía de seguros o el fiador que emitirá la fianza, por lo que no cualquiera puede solicitarla. Aunque puede haber exclusiones, si has vivido en la misma área por mucho tiempo, cuentas con un buen crédito y te acusan por un crimen menor, quizá tengas derecho a solicitarla.

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